Declaración de Intenciones

Tras varios intentos fallidos y gracias a una noche de insomnio, tengo el firme propósito de alimentar este blog con esas cosas que van ocurriendo mientras vamos al lado del camino

sábado, 26 de junio de 2010

Plan B


El verdadero plan B es, como diría Laureano, echarle al plan A

Esta debe ser como la quinta o la sexta oleada de éxodo sistemático que vive el país. Uno lo nota inmediatamente cuando empiezan a hacerse frecuentes las invitaciones a fiestecitas de despedida. “Nos vemos el viernes en mi casa para despedir a César que se va a vivir a Buenos Aires” o “ ¿Tú tendrás algún contacto en la Polinesia Norte?, es que un primo se va a vivir para allá y está buscando trabajo” o mejor: “Mira me dijeron que tú y que viviste en España, ¿qué tal es eso por allá?”.

Me imagino que razones para querer marcharse sobran y no soy quién para juzgar porque además cada caso tiene sus particularidades. Yo me fui de Venezuela, para luego volver, hace ya más de siete años y en aquel momento era más el deseo de explorar un nuevo mundo que las ganas de huir de una realidad que no se correspondía con mis anhelos.

Sea cuál sea el motivo, llega el día en que uno decide vender los cuatro coroticos que tiene y embala el resto en dos maletas rumbo a lo desconocido. Elige el país de destino dependiendo de las necesidades y talentos que más o menos haya uno adquirido en la vida y por supuesto escuchando los consejos de los amigos y emprende el viaje que generalmente resulta diametralmente opuesto a lo que uno había imaginado.

Uno sabe por ejemplo, que la comunidad venezolana en Miami y sus alrededores está a punto de superar a la de Cubanos que no es cualquier cosa. Rodeado de las clásicas palmeras miameras y de sus edificios Art Deco usted pude comerse un cachito, una cachapa y una arepa acompañada de una deliciosa Frescolita o de una Malta, a mi que me perdonen pero eso es signo inequívoco de que la demanda de esos manjares criollos es enorme. Si uno se va de turista a Miami busca comerse cualquiera de las guarradas incluidas en la oferta gastronómica del Norte, pero jamás va a ir pensando en una reina pepiada. Esos negocios fueron ideados por los compatriotas que, tras varios meses de añoranza deciden poner fin a su angustia y deciden montar su panadería que evoca a aquella del portugués de la esquina donde transcurrieron los mejores momentos de su adolescencia. Miami fue en una época de bonanza la sede de las compras nerviosas en la gloriosa época del “ta’ barato dame dos” hoy es destino fijo de los miles de venezolanos que buscan incansables esa quimera que es el Norte.

Y en España ni se diga, resulta confuso estar en el centro de Madrid o Barcelona y oír en los transeúntes palabras como: chamo, panita, chévere, burda, na’ guará o vergación. Esa es una pequeña muestra de la cantidad de compatriotas que están ahora mismo instalados en la Madre Patria. Casi siempre el choque cultural es el mismo, los venezolanos llegan con un ánimo conquistador el cual se va mermando según sea la suerte del aventurero. El criollo no es el único que emigra, en cuanto se pisa suelo español se entiende que miles de personas provenientes de los lugares más extraños van en búsqueda de lo mismo: un sueño. Unos llegan un poco trasnochados y otros sin pegar un ojo, el reto es mantenerse despierto en una carrera que no es de velocidad sino de resistencia.

Yo acudo a todas estas reuniones de despedida con la mejor actitud y siempre antes de salir de casa me detengo frente al espejo y me prometo no mencionar palabra alguna que pueda desanimar las esperanzas de los viajantes. Pero cuando ha ingerido ya un par de vodkas y la lengua empieza a tener vida propia, me cuesta mucho no emitir opinión. Obvio que lo mejor que uno puede hacer cuando se enfrenta a una empresa de esa magnitud es tener toda la energía enfocada en que eso va a ser pisar Barajas y conseguir trabajo, es más, uno va a ir sentado en el avión por pura casualidad con el gerente de personal de Telefónica y luego de charlar con él por las 8 horas y tanto que dura el vuelo tendrá firmado el contrato sin que haya siquiera aterrizado el avión. Pero como hago yo para no decirles que no es tan fácil, que probablemente termina uno haciendo trabajos que jamás imaginó, que más que la habilidad matemática y la retórica tiene uno que licenciarse en manejo de bandeja y venta de calzado.

He estado pensando en este tema de manera recurrente durante las últimas semanas y hace pocos días tuve la oportunidad de asistir a una presentación de Laureano Marquéz quien lanzó una frase lapidaria que me encaja como anillo al dedo en estos temas. “El plan B es echarle bolas al plan A”. Este es el único país que tenemos, vayamos a donde vayamos y por mejor que nos vaya siempre vamos a ser extranjeros. Una vez más, aplaudo a aquellos valientes que deciden sumarse a la aventura de vivir fuera, pero también ovaciono a todos aquellos que deciden quedarse para cumplir su plan A.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Eloísa que post!!!

Me encantó!!, me siento menos solo luego de leerlo, al re-descubrir que somos unos cuantos los que estamos echándole pichón al Plan A.

Aplaudo este post desde mi alma!!

Gracias por escribirlo!
Abrazo.

Jesús Alberto Maceira

Unknown dijo...

Hola Eloisa! gusto en saludarte. nos conocimos brevemente durante el festival de Viva Nebrada y quisiera contactarte bien sea por correo para hacerte llegar una informacion cultural.
Soy directora de la web www.tuparadacultural.com donde apoyamos todo la movida cultural en ccs y me encantaria darte a conocer de que trata, puedes visitarla! gracias, no se como puedo ponerme en contacto contigo? saludos Rina mi cel 04246007781

Unknown dijo...

NADA MAS CIERTO Y AJUSTADO A LA REALIDAD, EJECUTAR EL PLAN A ES MI OPCIÓN, NO SOLO PORQUE NO TENGO EN ESTOS MOMENTOS OTRA, SINO PORQUE ME NIEGO A ABANDONAR MI PAÍS A ABANDONAR MIS COSTUMBRES, A PERDER ESO TAN SABROSO QUE TENEMOS LOS VENEZOLANOS QUE ES ESE CALORCITO ETERNO DEL CARIÑO SIEMPRE PRESENTE, A SEGUIR PRACTICANDO CON MI GENTE MI IDIOMA TAN RICO Y PARTICULAR, Y SOBRE TODO ME NIEGO A ENTREGAR MI PAIS A LA MEDIOCRIDAD Y A LA DESIDIA. MIS HIJAS, SUS AMIGOS,LOS MIS, LOS HIJOS DE OTROS, POR ENDE NOSOTROS RESCATAREMOS LA EFICIENCIA, LA EXCELENCIA, LA COMPETENCIA, ESA MISMA QUE EXHIBE ESA ORQUESTA QUE DIRIGIÓ GUSTAVO QUE NO ES MAS QUE LA REAL ESENCIA DE LO QUE SOMOS LOS VENEZOLANOS, LO QUE ESTA PASANDO ES REALISMO MÁGICO CONVERTIDO EN PESADILLA, QUE NADA TIENE QUE VER CON LO QUE VERDADERAMENTE SOMOS. ASÍ QUE PLAN A CON TODOS LOS HIERROS GRACIAS POR ESE ESCRITO, RE ALIMENTA LA FUERZA Y EL EMPEÑO DE REIVINDICAR TODO LO
ANTES DICHO Y DE VOLVER A SER FELICES EN ESTA HERMOSA TIERRA COMO CUANDO ERAMOS Y NO LO SABÍAMOS. UN BESO Y UN ABRAZO GRANDE POR ESTE ESTUPENDO REGALO